La Energía de agosto

Abrimos un nuevo ciclo, comenzamos a emerger de las profundidades acuáticas de este año tan desafiante. La caída requirió rendición y la supervivencia bajo las oscuras aguas marinas entrega y dedicación. Si a algo hay que agarrarse este año es a la confianza en la sabiduría de las fuerzas telúricas. Ellas son las que planean las mareas, las corrientes y vientos que guían silenciosas nuestro viaje. El barco a la deriva no existe.  

¿Y qué dice la bitácora ahora? 

El camino sigue siendo motivante, seguimos buceando en territorio líquido pero ahora más sabias, más expertas. Ya hemos vivido la incertidumbre de la oscuridad, sabemos nadar en entornos de otras densidades y adaptarnos a sus ritmos y tiempos. Ya nada es nuevo y si lo es, ya sabemos cómo afrontarlo. 

Emerger al oxígeno sigue siendo un reto pero ahora ya empezamos a ir hacia la luz. Quien conoce bien la ascensión a la superficie sabe que no puede ser rápida. El camino es progresivo, lento, paciente, aunque requiere conocimiento y acción justa. Nada va a ser rápido y fácil, recordemos que son tiempos de transformación valiente.

Comienza otra etapa del viaje, déjate abrazar por el espíritu aventurero y explorador para caminar desde la motivación y la gracia de estar vivo, de tener la suerte de haber sido escogida para surcar mares, sentir la fuerza de las aguas, descifrar la sabiduría de los océanos y descubrir tierras desconocidas.